Las redes sociales repitieron hasta el cansancio cómo el fin de semana de Pascua, muchos ciudadanos chilenos llegaban a Mendoza en una suerte de tour de compras. El fenómeno no es nuevo debido a la cercanía y a la conveniencia en la compra de algunos productos. No obstante, en los últimos tiempos ha crecido la cantidad de turistas que visitan los supermercados en busca de artículos de perfumería, limpieza y alguna que otra delicia.
Esta situación preocupa a muchos mendocinos que no solo temen por el abastecimiento en góndolas que suelen verse a la mitad sino sobre todo por una mayor inflación en la provincia. En marzo los precios subieron 7,7% a nivel nacional y 8,4% en Mendoza.
Aunque los economistas creen que una posible mayor demanda podría impactar en algunos precios; el mismo no debería ser generalizado. Aunque es posible que en las cadenas de supermercados algunos productos se encarezcan debido a la demanda agregada, no se espera una mayor inflación total con relación a la dinámica nacional.
Además, el fenómeno no es ni masivo ni diario. En palabras del gerente general del mayorista Oscar David, Rubén David, las compras de chilenos se centran en uno o dos días del fin de semana. Además, no se trata de un movimiento que supere a la compra de los mendocinos en lo que a volumen respecta.
“Además de que no es nuestra política, no tiene incidencia en nuestros precios porque, en general, no se llevan productos de consumo masivo ni de Precios Justos”, destacó David. El empresario expresó que lo que compran los chilenos no se equipara ni de cerca con las elecciones de los mendocinos. Es que aunque pueden comprar aceite o papel higiénico son los menos y lo hacen en formatos que no son los más elegidos por los locales.
Impacto en precios pero no en la inflación
Jorge Day, economista del Ieral de Fundación Mediterránea hizo una diferenciación entre bienes y servicios. Los primeros pueden traerse desde otras provincias por lo que si hay mayor demanda, se puede comprar más cantidad para afrontarla. “Podría impactar en precios, pero sería mínimo”, expresó y también relativizó el impacto del consumo de los turistas en comparación con lo que demandan los más de 40 millones de argentinos.
Con relación a los servicios como gastronomía, hotelería u otros turísticos sí podría haber un impacto en precios debido a la mayor demanda y la dificultad de acomodar la oferta. “En 2022 la inflación anual fue de 104,9% mientras que la nacional fue de 104,3%”, precisó Day. Es que si bien en marzo los números locales superaron a los nacionales, el profesional comentó que esto varía a lo largo de los meses y que al final los datos terminan parejos.
Esto tiene que ver con lo que los economistas denominan la inflación núcleo. Es decir, la que queda sin contar la estacionalidad ni los precios regulados. En este sentido, Raúl Mercau, economista y director de la carrera de Ciencias Económicas de la UNCuyo, comentó que si bien la compra de turistas en supermercados no afecta a la inflación sí podrían observarse algunas subas.
La llegada de chilenos a los supermercados es un fenómeno microeconómico que podría incidir en algunos precios. Sin embargo, la inflación es un problema de la macroeconomía relacionada con la emisión monetaria y los aumentos indexatorios. Es decir, con lo que anticipan los comerciantes (y aceptan los consumidores) que será la inflación que, en este caso, es del 7% mensual, aproximadamente.
Desde el punto de vista de José Vargas, economista de la consultora Evaluecon, si las compras de los turistas continúan como sucedió el fin de semana de Pascuas, sí podría haber impacto en precios. Es que lo que se vio entonces fueron compras desmedidas que pueden colapsar con la oferta si los comerciantes no logran surtirse para afrontarlas.
En este sentido, Mercau aclaró que existe una posición dominante de las cadenas de supermercados que, entre otras cosas, buscan sacar el mayor precio que está dispuesta a pagar la demanda; algo que hacen con o sin inflación.
El lado positivo
El recuerdo que algunos mendocinos tienen con relación a la inflación asociada a la llegada de turistas es el de la crisis de 2002. Entonces, lo que se dio en algunos casos fue una suerte de inflación selectiva ya que los precios cambiaban en función de la tonada de la persona y subían repentinamente para los chilenos.
Así, aunque en la práctica algunos precios demandados por los vecinos podrían subir; el recuerdo también se ata a que en la crisis de hace 20 años; la economía destruida comenzó a dinamizarse gracias al turismo de frontera. Si bien la situación actual está lejos de la de entonces; los altos niveles de inflación y la pobreza que generan justifica la preocupación por los precios.
En este contexto, Raúl Mercau explicó que si bien algunos precios del supermercado podrían aumentar por la llegada de chilenos, este movimiento extra no solo en los comercios sino también en los sectores ligados al turismo y sus relacionados es preferible antes que la caída en el consumo con un posible impacto en las horas extra o fuentes de trabajo.
Qué pasará con la inflación
El alto número que registró la inflación en marzo tanto a nivel nacional como provincial, encendió la alerta de la población. En este sentido, hay que aclarar que Argentina está lejos de una hiperinflación que se caracteriza por subas superiores al 50% mensual. Sin embargo, tres meses con cifras cercanas al siete por ciento la colocan en una inflación alta y con un piso difícil de bajar; entre otras cosas, por la anticipación indexatoria mencionada.
La base actual del 7% -que antes era del 4% o del 5%- implicaría una inflación anual de 125% y el Gobierno está en una situación complicada. Entre otras cosas, porque las elecciones “piden” emisión monetaria. “Todavía no hay señales de que la inflación se vaya a desbocar”, expresó Jorge Day y agregó que se trabajará para mantenerla entre los seis y los siete puntos.
Los números de los próximos meses van a mostrar si gana la visión que busca controlarla o evitar que suba más o la que preferirá emitir en función de los votos. Pese a esto, los economistas advirtieron que la actual suba de precios coloca al país en una situación de inestabilidad ante cualquier evento que pueda aparecer. Esto por no mencionar la pobreza y la imposibilidad de los salarios de acompañar la suba de precios.
Fuente: MDZ
