Matías Facundo Díaz es considerado uno de los jefes narcos más importantes de los últimos años en Mendoza. Mantenía contacto directo con los capos de la barra brava del club Independiente Rivadavia y presentaba un dominio prácticamente total con algunos sectores populares de Las Heras, como el barrio Sargento Cabral.
Movía cargamentos millonarios de marihuana y también de cocaína, contaron los investigadores policiales que participaron de investigaciones en su contra a El Sol. Tanto es así que terminó procesado y condenado el año pasado a 13 años de cárcel por el secuestro de casi 500 kilos de marihuana que venían desde Paraguay y fueron ocultados en un galpón del barrio Los Ciruelos, en el distrito Panquehua. Parte de su banda también fue hallada culpable.
La caída del Fido Díaz fue por la desaparición de la joven Abigaíl Carniel en el barrio Sargento Cabral. La chica de 18 años dejó de ser vista en abril del 2021 y los investigadores de Homicidios creen que fue asesinada por gente que respondía al líder narco. Díaz cayó el 11 de mayo por esa causa pero fue liberado por falta de pruebas meses después. Sin embargo, su situación con la Justicia federal comenzó a complicarse porque la Policía contra el Narcotráfico de Mendoza (PCN) lo tenía contra las cuerdas por comercio de estupefacientes en grandes cantidades.
Además de violar la Ley 23.737,fue imputado y procesado por lavado de dinero. El fiscal federal Fernando Alcaraz entendió que las pruebas que sumaron los efectivos que trabajan casos de narcocriminalidad en Mendoza permitieron conocer que había adquirido diversos bienes muebles e inmuebles con las ganancias que le generaba la comercialización de sustancias prohibidas y por eso lo mantuvo en prisión.
Se cumplieron dos años de la prisión preventiva a principios de julio de este año y podría haber quedado en libertad en esa causa por una cuestión de vencimiento de plazos. Básicamente, una persona sospechada de cometer delitos no debe permanecer en situación de encierro más de 24 meses sin fecha de juicio. El 28 de mayo del 2021 se había ordenado la detención de Díaz por lavado de activos.
La situación procesal de Díaz llegó a la Cámara Federal de Apelaciones durante la feria. De con acuerdo con una resolución a la que accedió El Sol, el tribunal de alzada coincidió con los argumentos del Juzgado Federal Nº1, subrogado por el juez Marcelo Garnica, y entendió que la prórroga de la prisión preventiva que había ordenado es correcta por las características que presenta la instrucción.
Los magistrados Alejandro Waldo Piña y Gustavo Castiñeira de Dios entendieron que la “complejidad de la causa, la cantidad de imputados y su interrelación, los imputados que permanecen prófugos del accionar de la justicia, la dificultad en el cumplimiento de las medidas propuestas por el fiscal en razón del cúmulo de trabajo de los organismos encargados de llevarlas a cabo y la dificultad tecnológica para cumplirlas…conlleva la necesaria extensión de dicha etapa, más allá de los plazos procesales establecidos”.
De esta forma, el plazo de la medida cautelar se extendió otro año. En ese período, el fiscal Alcaraz buscará clausurar la investigación y presentar el requerimiento de elevación a juicio. De acuerdo con fuentes judiciales, podrían pasar algunos meses más y el caso podría llegar a debate a fines de este año.
“Tal como se puede advertir, estamos en presencia de una imputación grave y sólida, en orden al tenor del delito que se le achaca. Asimismo, se valora la etapa de instrucción por la que transita la causa, la cual resulta compleja como consecuencia de la naturaleza de los hechos, con una amplia actividad investigativa. Además, cabe resaltar en orden a la complejidad del expediente referida, que esta causa cuenta con una significativa cantidad de coimputados”, explicaron los camaristas en su resolución.
En descenso
Luego de su detención por la desaparición de Abigaíl Carniel, la Justicia federal y la PCN aceleraron los trabajos para mantener al Fido Díaz en la cárcel. Las pruebas por transporte de drogas eran contundentes y también sospechaban que estaban frente a un caso de lavado de dinero.
Así, con del paso de los días, mientras se encontraba imputado por el caso de la joven del barrio Sargento Cabral, allanaron sus domicilios y los de algunos familiares. Descubrieron que el Fido Díaz tenía 11 vehículos –algunos de alta gama, como un Audi A4– y 6 inmuebles.
Esa cantidad de bienes estaba lejos de amoldarse a su realidad laboral: no tenía trabajo formal y se sospechó que se trataba de “inversiones” de grandes sumas de dinero que provenían del narcotráfico.
Entre los procesados se encuentran su mujer, Leila Carolina Ovando; Mauricio Ovando (cuñado), Mirta Verón (madre) y Carla Tamara González. Los hechos investigados son entre el 2016 y 2021.
El año pasado, la Cámara de Apelaciones elevó los montos de los embargos para el Fido Díaz y su mujer (50 millones de pesos) y también para el resto de los sospechosos en cifras de entre 10 y 25 millones de pesos.
