Carlos Miguel Díaz fue detenido la noche del miércoles en el partido de San Martín, Buenos Aires, por la desaparición de su pareja, Ivana Romina Molina, quien es intensamente buscada desde hace más de un mes en Ciudad.
El hombre, de 64 años, había quedado con pedido de captura debido a las contradicciones que presentó el relato que ofreció en su declaración en el expediente por el paradero de su cónyuge.
La fiscal de Homicidios Claudia Ríos activó semanas atrás el protocolo de femicidio, ya que la principal hipótesis sostiene que la mujer fue víctima de un violento ataque contra su vida.

Por ese motivo, se realizó una exhaustiva búsqueda del principal sospechoso y en los últimos días los pesquisas de la División Homicidios, dependiente de Investigaciones, llegaron al dato de que Díaz podía estar ocultándose en una localidad del conurbano.
Luego de un trabajo en conjunto con sus pares de la Superintendencia de Investigaciones Federal de la Policía Federal Argentina (PFA) se efectivizó la captura del acusado en terreno bonaerense.
Fuentes judiciales sostuvieron que desde hace días una comisión de policías de Homicidios viajó hasta Buenos Aires y, ahora, deberá trasladar a Díaz en las próximas horas.
Una vez que llegue a Mendoza, quedará a disposición de la fiscal Ríos, quien definirá si lo imputará por el femicidio de Ivana Molina.
El caso
Molina desapareció el sábado 1 de abril, cuando salió junto a su pareja del domicilio que ambos compartían en el barrio Las Rosas, ubicado junto al San Martín, en el límite entre el oeste de Ciudad y Las Heras.
Ese día, ambos se dirigieron hasta la zona de los barrios Flores y Olivares, donde testigos la vieron por última vez. Asimismo, por aquellas horas la mujer registró su última conexión de WhatsApp.
Al cabo de algunos días, una sobrina de la mujer, advirtió su ausencia y se comenzó a preocupar. La chica trató de contactar a su familiar y no lo logró. Tampoco la encontró en su casa y nadie sabía nada sobre ella.
Fue por eso, que, junto a otros parientes de Molina, se dirigieron el lunes 10 de ese mes para radicar la denuncia por el paradero de la mujer en la Oficina Fiscal Nº 2.
A pocos días del inicio de la investigación, Díaz quedó en el centro de las sospechas, ya que después de declarar en el expediente, escapó de la provincia.
En tanto, se realizaron rastrillajes con canes especializados en la localización de rastros humanos, pero no hubo ningún indicio que permitiera encontrar a la mujer.
Fuente: El Sol
