Para la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas (DEIE), la pobreza en el Gran Mendoza durante el 2022 abarcó al 40,1% de las personas, el número es 1 punto más bajo que el registrado el año anterior, y más de 2 puntos más bajo que el de 2020 (42,4% de los hogares).
De acuerdo con el organismo provincial, “a población aproximada de las zonas urbanas de la provincia de Mendoza es de 1.445.462 personas, constituidas en 426.682 hogares. Los porcentajes muestran que, en el mes de octubre, se encontraban por debajo de la línea de pobreza el 27,9% de los hogares y el 40,1% de la población. Dentro de este conjunto, el 4,9% de la población se encuentra debajo de la línea de indigencia”.
Recordemos que para medir la pobreza se tiene en cuenta la Canasta Básica Total (alimentos, vivienda, transporte y demás), y para medir la indigencia, se tiene en cuenta la Canasta Básica Alimentaria (alimentos). La primera, al cierre de 2022 alcanzaba los $128.411 (grupo familiar de 4 personas), y de acuerdo con el último dato disponible (mayo), hoy llega a $206.389; mientras que solo en alimentos, para no ser considerados indigentes, un grupo de cuatro personas (dos adultos y dos niños), debía reunir en ese entonces, al menos $53.888 y este año el número creció hasta un mínimo de $85.284,71.
Sin embargo, para hablar de la “brecha de indigencia”, el Gobierno reveló que al cierre de 2022, en promedio, un “hogar indigente” se compone de entre 4 y 5 personas (4,4), y el “ingreso total familiar promedio de un hogar indigente” llegaba a $40.891 ($12.997 menos de lo que necesitaba esa familia).
Si se habla de pobreza, el tamaño en personas de un hogar pobre tiene en promedio 4 personas (4,1), y mientras que la Canasta Básica Total medida en ese entonces como límite para la pobreza era de $128.411, los ingresos promedio de dicha familia alcanzaban los $84.416, por lo que se estima que más allá de los alimentos, muchas necesidades básicas de esa familia quedaban insatisfechas (vivienda, educación, salud, indumentaria, etc.).
